Lo del Sevilla estos años, es verdaderamente digno de
estudio. Y no quiero remontarme mucho tiempo atrás y recordar los Chevantones,
Mosqueras y demás joyas a nivel de fichajes, vamos a centrarnos en lo actual
que está dando y para mucho.
Comencemos por el partido de ayer. Se le pidió a la afición
de todo. Desde la catetada de subirse a un autobus y ponerse a dar vueltas todo
el día por la Ciudad, hasta ir a la puerta del hotel para acompañar al equipo
en el autobús (para que los molieran a palos a algunos), colaborar en un video
digno de un equipo de tercera división sin ningún medio, acudir al Estadio con
unos precios fuera de mercado en los tiempos que corren, tifos etc, etc, etc.
La afición como siempre no falló, cumplió con todo mandamiento. Y este capítulo
merece que lo tratemos aparte otro día, pues la afición del Sevilla está muy
por encima del analfabeto que tiene estas ideas.
En cuanto a lo deportivo, todas las ilusiones se fueron al
traste cuando nada más comenzar el encuentro, Diego Costa recoge el balón fuera
del área, se ríe literalmente del central que lo marcaba y pone el esférico
pegado a la cepa del poste derecho, colocando a su equipo con una diferencia en
el marcador, a todo punto insalvable para los nuestros.
Pero no acaba ahí la desdicha de los defensores sevillistas.
Minutos más tarde de nuevo Diego Costa se marcha por la banda izquierda
absolutamente desmarcado y da el pase de la muerte para que Falcao la empuje ante
la atenta mirada de Botia, al que solo le faltó marcharse con los colchoneros a
la esquina a celebrar el tanto.
A partir de ahí, pues acortó distancias Navas, pero meterle
tres goles al Atlético y que estos no te hicieran ninguno es prácticamente
imposible. Maquilló el resultado Rakitic
en el descuento del partido. Previamente dos autoexpulsiones de la pareja de
medios centros, que nos han costado tres partidos para Medel (los cumplirá el
año que viene en Copa) y cuatro para Kondogbia (lo cumplirá este año en liga),
sirviendo esto para distraer la atención de la gravedad de la situación de
parte de las lides oficialistas.
Ya lo venía diciendo en las redes sociales. Una defensa que
encaja un gol de Villa (mirad su altura) de cabeza, dentro del área chica, no
da ni para quedarse en primera. Y el Sevilla no debe tener problemas de
permanencia, porque tiene un equipo “apañao” en el centro del campo y Navas
está como siempre sublime. Si no, nos estaríamos quejando de algo mucho más
grave.
En el ocaso de Monchi como director Deportivo (se marcha en
Junio, tal como prometió en la Junta General y yo si confío en su palabra), se
viene a demostrar que las cosas se han hecho rematadamente mal en nuestro Club.
Ya os digo que no es tiempo de hacer valoraciones, ni buenas que hay
MUCHISIMAS, ni malas que también son considerablemente claras.
Quería dejar esta pequeña reseña en la vuelta a la
actualidad del blog. No quería dejar pasar la ocasión sin señalar la
catastrófica planificación en la última temporada del isleño. Si es culpa suya
o no, no lo sabemos porque no habla de ello, pero traspasar jugadores a
veinticuatro horas del partido del año, solo es la guinda a un pastel que
comenzó muy dulce, pero que ahora amarga y mucho. Tan solo espero, que con él,
se lleve a su brillantísimo cuadro de colaboradores, que no hace falta reseñar,
pues a buen seguro, los tenéis todos en mente.
Y de aquí a final de temporada, que siga la fiesta. Que se
sigan frotando las manos nuestros adversarios pues es lo que tenemos. Yo
seguiré confiando en que los buenos jugadores que tiene la plantilla, que los
tiene, al menos no nos hagan pasar sufrimiento de cara a la permanencia.