Triunfo imprescindible el que ha conseguido esta tarde noche el Sevilla FC, en el estadio de Anoeta ante la Real Sociedad. Era fundamental ganar para poder seguir SOÑANDO con meternos en puestos europeos al final de liga.
Dispuso de salida Gregorio Manzano al teóricamente equipo TITULARISIMO, con los jugadores que cuenta la actual plantilla del Sevilla FC, quizás con la única duda, si debe ser Zokora o Renato el que acompañe a Romaric en la zona de creación de juego, siendo el brasileño titular hoy, ante la baja por sanción del marfileño.
Pero éste Sevilla tiene unas enormes carencias. Sobre todo defendiendo (ojo, digo defiendo, no en defensa), pues con un lateral derecho absolutamente anárquico como Martín Cáceres, un lateral izquierdo que no aporta absolutamente nada, ni en defensa ni en ataque, y con dos centrales, que se muestran inseguros, partido si y otro también.
Fruto de ello, en el minuto 23 del primer periodo, el jovenzuelo Diego Rivas, recoge un rechace en en el borde del área, que bate a Palop, mandándole el balón al poste izquierdo.
Pero es que éste Sevilla, tiene un jugador fuera de lo normal arriba, acompañado además por otro, de auténtica clase A y con dos alas, que ya las quieran para si, casi todos los equipos de Europa.
Motivo de esto, habían pasado dos minutos del gol de bisoño Rivas, cuando un córner, lanzado desde la izquierda por Perotti, es cabeceado por Luis Fabiano (aun sigo sin entender porqué el paulista, no dejó lanzar la falta a Cigarini en el tercer gol en Málaga), dejando el balón en el área, donde el gigante malí Kanouté, empalma un gran tiro para poner el empate en las tablas.
A partir de entonces, mucha voluntad de los guipuzcuanos, y total control del Sevilla. Pero claro, cuando se tiene una defensa tan deficiente, pues un despeje “al boleón” de la defensa realista, incomprensiblemente se la lleva Llorente entre los dos centrales y coje descolocado a Palop, poniendo en ventaja al equipo churiudin.
Al descanso se llega, por tanto, con ventaja local, injusta, pero comprensible, cuando se tiene enfrente a uno de los equipos más goleados del mundo a estas alturas de la temporada.
De salida, en la segunda parte, se queda Palop en el vestuario (imagino que con alguna molestia) y sale Javi Varas (excelente de colocación en el poco trabajo que tuvo).
Pero no encontraba el Sevilla la forma de “meterle mano” a la defensa vasca. Manzano pone a sus hombres a calentar y viendo que el partido se le marchaba y con él, toda la temporada en liga, transcurridos quince minutos de la continuación, retira a Renato y da entrada a Álvaro Negredo, retrasando a Kanouté al medio campo. Fundamental el cambio, dando entrada al vallecano que un minuto más tarde, chuta a puerta, Luis Fabiano bajo los palos, remacha el empate, consiguiendo de esta forma, su gol número CIEN con la camiseta del Sevilla.
Pero Negredo, para mí el hombre del partido junto a Kanouté, vuelve a asistir de gol. Tres minutos más tarde al gigante malí, que ponía por delante a los nuestros.
A partir de éste minuto, Manzano toca RETIRADA y mete el equipo atrás, llegando la Real en alguna ocasión, aunque sin crear peligro serio. Faltaban cuatro minutos, cuando da entrada al “nuevo Pirlo” (sigo sin entender porqué Luis Fabiano no le dejó tirar la falta en Málaga), sacando del campo al paulista Luis Fabiano.
En definitiva, VICTORIA IMPORTANTÍSIMA, para seguir soñando con meternos entre los seis o siete primeros. Ahora tendremos que refrendarlo ante el Español del Barcelona el próximo sábado a las diez de la noche en el Pizjuán.
Pero que nadie se olvide que éste equipo tiene unas carencias importantísimas. Necesitamos de forma urgente sangre nueva y sobre todo ideas nuevas. Espero que esta victoria no sea tomada como la panasea de la mal llamada “mejor plantilla de la historia”, espero que se dejen del absurdo “regateo” en el que están inmersos en estos días, y que para el trepidante mes de enero que nos espera, vengan jugadores que ayuden y aporten, sobre todo en la cuestión defensiva, pues con esta defensa de VERBENA, poco futuro auguro en ésta temporada. Ojo, cuando hablo de defensa, me refiero a todo el equipo y no solo a los que están más cerca del portero.
