Soy el menos indicado para hablar sobre el tema, pues no estuve presente, la información que tengo me llega desde los magníficos post que habéis colgado la mayoría de los blogueros sevillistas.
Ya sabéis que éste próximo fin de semana se ha convocado un reunión a nivel gubernamental, en Madrid, donde se darán cita los 30 principales empresarios de España. Como un servidor tiene el honor de colaborar profesionalmente con dos de ellos, pues tuve que salir de viaje el martes por la mañana y estoy recién aterrizado en Sevilla, tras dos días de muchas reuniones.
Pero incido en lo del principio, estoy perfectamente informado de las distintas opiniones publicadas en los múltiples blogs sevillistas y quiero dejar aquí la mía.
Comenzar diciendo que para mí, el último culpable de la lamentable soledad que se vivió en las gradas del Sánchez Pizjuán, es precisamente la afición del Sevilla FC. Porque no se puede organizar un homenaje (que para mí es de mucha importancia) en peor fecha y peor día. Haciéndolo coincidir con una jornada Champions y con un partido televisado en directo y en abierto.
Pensaréis otros, que la complejidad del mes de Agosto que hemos pasado, hacían imposible encontrar una fecha idónea. Pero yo no puedo estar menos de acuerdo, porque si no recuerdo mal, son dos las “fechas” FIFA que hemos tenido desde entonces y podría haberse programado el partido en una de ellas, e incluso si me apuran, haberlo retasado a otra (Navidad por ejemplo) más acorde. Pero es que también es para poner énfasis, en que el rival (y no soy sospechoso, pues me considero granadino de adopción y granadinista) no es el más adecuado para un partido Homenaje de ésta importancia. Ya sé que las economías no están para despilfarros, pero precisamente en los últimos días, se están comentando en la prensa datos de soldadas más que considerables de nuestros ejecutivos, que hasta el momento, y que yo tenga conocimiento, no se han desmentido.
Pues esa es la conclusión más importante que puedo sacar (ya que no vi el partido) de lo ocurrido ayer. Y ahí quiero incidir, que nuestro querido Antonio Puerta, ese futbolista de la cantera, que nos abrió la puerta de la gloria, dándonos el paso a la final de Eindoven se merecía más, muchísimo más, pero sobre todo, se merecía el respeto de quien no sabe ni gestionar ni organizar un evento de esta envergadura. Si a esto le añadimos, que el ejecutivo en cuestión, gana unos emolumentos muy por encima de su preparación y aptitud, pues el cabreo es aun más manifiesto.
Ahora que cada uno saque sus conclusiones. Repito, yo soy el primer culpable porque mi asiento estaba vacío. Pero no sé, si hubiera asistido de estar en Sevilla. Pero lo que no me gusta, son algunos comentarios que he leído, culpando, en éste caso concreto, al menor de los culpables, que es mi afición del Sevilla FC, o sea, todos ustedes.