NO SALIMOS DE UNA Y NOS METEMOS EN OTRA.

Pues si amigos, está claro que éste Sevilla de la 10/11, no obedece ni mucho menos a lo que ha venido siendo habitual en temporadas anteriores. Cuando con mejor o peor resultado, nuestra dirección deportiva se andaba presta para que todo estuviera perfectamente preparado según los parámetros que consideraban oportunos y no hubiera sobresaltos en lo que a planificación se refiere.

Este año está todo siendo muy difícil. Con fichajes rocambolescos (un jugador con alto riesgo de lesión, que al final se lesionado y queda inédito) con un medio centro, que por la unanimidad de todos se busca en un perfil determinado y que aun, quitando alguna aparición esporádica, ni tan siquiera cuenta en las covocatorias.

Acabamos de finalizar, un mercado invernal completamente distinto al de otras temporadas. Dos fichajes ( en principio de cierto relumbrón) y un traspaso de campanillas (para como está el mercado y dado el rendimiento que estaba dando Konko en el Club).

Cuando en teoría, todo debería estar lista, para que la maquinaria funcionara perfectamente, pues ahora entramos de nuevo, a OCHO de Febrero, con las “filtraciones”, “rumores”, “posibilidades”, etc., pero esta vez, con el entrenador en el punto de mira.

Me cuentan gente muy allegada, que a la finalización del encuentro del pasado domingo ante el Málaga, la zona del antepalco de nuestro Estadio era un hervidero de rumores, en cuanto al juego del equipo y al planteamiento, o mejor dicho, al no planteamiento de nada, que hizo Gregorio Manzano.

Hubo gente incluso, que era partidaria de haberle cesado ese mismo día. Al menos así me lo cuentan, pero es que además, estaban cargados de razón, porque en definitiva era lo que parecía buscar el técnico de Bailén con su total apatía y falta de recursos.

Pero no es cuestión de buscar “topos” ni de especular con ciertas actitudes o formas de ver la gestión del vestuario del Sevilla FC. Lo que es absolutamente cierto que hoy a ocho de febrero, con dieciséis partidos de liga por delante y con una eliminatoria de Europa League, están casi todas las páginas deportivas ocupadas con la posibilidad de una cambio inminente en el banquillo sevillista.

Ni debo ni quiero creerme que estos rumores, puedan convertirse en una antesala de una noticia, que en ningún modo favorecería nuestros intereses. Pero lo que si debemos tener claro, que de persistir el despropósito de los dos últimos partidos ligueros, algo tendrán que hacer Monchi y compañía.

Andan en el aire, los nombres de Tejada e incluso de Francisco López Alfaro. Yo creo que todo especulaciones, pero vuelvo a repetir, en caso de tener que tomar medidas, pues seguramente sean los dos más “ a la mano” para cubrir el puesto. Yo en el caso del cese del jienense, me decantaría por el de Osuna, pues ademas de la edad, tiene experiencia en un vestuario de peso, al menos como jugador y seguramente podría (al igual que Álvarez la temporada pasada) al menos salvar los muebles. Tirar de Tejada, para mí sería bastante arriesgado, dada la “bisoñez” del antequerano, en el manejo de jugadores de este nivel. Además sería tocar algo que está funcionando a las mil maravillas, como es nuestro Filial el Sevilla Atlético.

En el fondo de todo esto, todo el mundo tiene en mente el nombre de Joaquín Caparrós. Que está haciendo una magnifica temporada con el Athletic y al que le están “saliendo” novias por todos lados, dado que termina su contrato el 30 de Junio.

Las declaraciones del presidente Del Nido, lo han colocado en primera línea. Y sin duda, la respuesta de todo aficionado con el que comentes el tema es rotunda, a favor de la vuelta del de Utrera al banquillo sevillista.

Pero como decimos en el título, y tirando de refranero “si joio es enero, peor es febrero. Por tanto, esperemos que no se tenga que llegar a semejante situación, aunque mucho me temo, que repitiendo un RIDICULO ESPANTOSO de las proporciones del domingo, “habemus” nuevo entrenador.