SEMANA DE PASION Y PILATOS EN LA CALZADA.

Semana de Pasión, buena para reflexionar de este SEVILLA, FC que no sabe por dónde va, “QUO VADIS, SEVILLA”. La Calzada expectante, Pilatos esperando en el silencio de una abadía benedictina para presentar al Hijo de Dios al que las predicciones del tiempo le pueden jugar una mala pasada. Pero la palangana seguro no se llenará del líquido elemento, igual que los sevillistas (apodados por algunos graciosos como “palanganas”) no saben si colmaran sus expectativas con la Europa League. Sería una hecatombe en un año que la Pasión se ha instalado en sus filas. Primero la Supercopa, después el Sporting de Braga, luego el Oporto. Al igual que Jesús, el presentado por Pilatos en La Calzada, los portugueses, como los romanos, se han convertido en verdaderos verdugos del MEJOR EQUIPO DEL SUR DE ESPAÑA. Si, porque si no lo sabéis y a pesar de otros aires que infectan el ambiente de esta Híspalis, el equipo del coliseo de Nervión es el que mejor historia presenta de cuantos sueñan con ser alguien en el concierto del fútbol por estos lugares sureños, donde el levante vuelve tarumba a ciertas entidades que nunca alcanzarán al grande de Andalucía.

Soy pilatero desde que nací, pero me resisto a que me llamen palangana. Pilatos la usó para lavarse las manos y para llevar al patíbulo a Jesús y así contentar a aquellos judíos que no querían perder el negocio que tenían montado en Jerusalén. Pero Jesús vino a establecer un mundo nuevo y le tomaron por loco. Como locos llamaron en sus primeros tiempos a los sevillistas y posteriormente nos apodaron “los palanganas” quienes de fútbol saben lo que se aprende en tugurios y tabernas al amparo de chascarrillos y de chistes fáciles con los que sobrellevar su condición de criaturita perdedora. Pilatos se dio cuenta cuando aterrizó en la bética y cogió la palangana y se fue a Nervión, estableciéndose en La Calzada. Allí lo encontré dispuesto a hacer valer su fuerza. Frente a Jesús le pregunta qué es la verdad y el silencio del Hijo de Dios le confirma todas las mentiras que otros han vertido por envidia sobre el EQUIPO MAS GRANDE DEL SUR DE ESPAÑA. Pilatos reflexiona: “este hombre es tan justo, como miserables quienes lo traen a mi presencia” ¡Qué tremenda paradoja!. El pueblo convocado para la ocasión, pagado por rufianes, repleto de estómagos agradecidos, tiene firme la sentencia. Pilatos, sabe que Jesús, al igual que el SEVILLA, FC está hecho para la GLORIA, pero antes la prueba de fuego ha de soportarla para hacer callar a tanto malnacido que injuria y calumnia para tirar por tierra la grandeza de quien se proclama el Hijo de Dios. Salvando las distancias, no quisiera que nadie se molestara por el símil, el MEJOR EQUIPO DEL SUR DE ESPAÑA, presenta en su larga historia semejanzas que hacen reflexionar cuando los tambores nos llaman al recogimiento y pregonan en esta ciudad que a quien presenta Pilatos en La Calzada verdaderamente es el Hijo de Dios. El Procurador romano, cuando sale por San Benito mirando a la multitud que ansiosa le espera, presiente que no lejos de allí, existe un coliseo de Gloria y Grandeza donde once gladiadores ejecutan el más bello de los deportes de un tiempo que le cuesta creer. Lo sabe y mirando para atrás, viendo al más grande que ha pisado la tierra y que por cobardía tiene que mandar a ejecutar, no puede por menos derramar unas lágrimas y sentirse el ser más miserable de la Creación. Al instante se sobrepone conociendo que por el contrario es un tiempo de esperanza y que lo que le ha tocado en suerte es porque así estaba escrito. Al igual sabe que desde aquel Coliseo que deja a sus espaldas mientras se adentra en la Hispalis del siglo XXI, para terminar sus labores de Procurador, le llegará la grandeza del MEJOR EQUIPO DEL SUR DE ESPAÑA demostrando a todo el universo pagano que verdaderamente los once gladiadores son los descendientes del mismo Zeus. Aunque matizará entonces que el Olimpo se ha instalado en una ciudad que tiene por grandeza la de demostrar al mundo que dios es Dios.

Fco. Borrego