Yo no me rindo. El resultado no es bueno, es malo, muy malo, máxime si tenemos en cuenta que la vuelta es en el Bernabeu. Pero quedan noventa minutos (cuando menos) para pelear por meternos de nuevo en la Final de la Copa del Rey.
Estoy escribiendo sin haber visto ninguna imagen del partido. Me gusta, cuando jugamos como local, reflejar en el post, mis sensaciones y mi punto de vista, de lo que he observado en el Estadio.
Dejaremos, aunque ya adelanto que para mí, ha sido calamitoso, para el final, mi juicio sobre el arbitraje de Undiano y de su ayudante Fermín, pues el otro asistente, tampoco recuerdo como se llama, ni creo que sea importante analizarlo.
Manzano salió con su equipo de gala, pero con una variación. Colocó a Sergio Sánchez en el lateral derecho y Alexis con Escudé en el eje, Navarro ocupo el costado izquierdo. Zokora, Romaric de mediocentros, con Navas y Perotti en las bandas, Kanouté de enganche y Luis Fabiano en Punta.
Por contra, el cobarde portugués que entrena el Madrid, dejo en el banco a Dimaría y Marcelo, dando entrada en Arbeloa y Lass Diarrá.
Bajo mi punto de vista, el Sevilla salió ansioso, precipitado y sobre todo poco acertado en el plano combinativo. Se veía desde el principio, que el ritmo del partido lo marcaban los visitantes, con tres jugadores en el centro del campo, frente a Zokora y Romaric.
En teoría, eso debía darnos ventajas en las bandas, pero con la ayuda del centrocampista de más, cuando perdían el balón, unido al mal partido de nuestros extremos, hacía que no llegáramos con claridad a las inmediaciones de Casillas.
Pero en una jugada, por el costado izquierdo, el balón llega a Karin Benzemá, que se marca la jugada de su vida (desde que está en el Real Madrid) y adelanta a los visitantes. “Eramos pocos, y parió la abuela”. Ahí, el cobarde portugués, saca a relucir sus fullería y marrullerías, para, con mucho más oficio que el Sevilla, parar el partido a base de faltas y más faltas. Algunas de ellas, rozando la violencia. Consecuencia de ello, una entrada al tobillo de Sergio Sánchez, motiva que en la jugada anterior al gol madridista, tenga que ser sustituido por Martín Cáceres (por cierto, vaya sorpresa, pues había descansado en liga. Parece que a Gregorio Manzano no le gusta mucho éste jugador). La entrada de Lass Diarrá, fue castigada con tarjeta amarilla por el trencilla. Pero el “moreno” centrocampista del Madrid, poco sabe hacer, más que dar patadas. Y en otra entrada de escalofrío de Romaric, lo deja lesionado. Por supuesto, el de amarillo cuando se percata que se trata de Diarrá, no lo amonesta por segunda vez, lo que hubiera provocado la explusión del francés. Ante éste permisividad, siguió repartiendo “estopa” hasta que fue cambiado.
Pero antes del descanso, se produce la jugada clave del partido. Un magistral pase de Kanouté, deja solo ante Casillas a Luis Fabiano. El paulista regatea al portero y dispara a puerta. Albiol, que se encontraba cayéndose dentro de la portería, saca el balón. Sinceramente en el campo no puedo asegurar si entró por completo o no. Tan solo he visto la foto que he colgado y tiempo tendremos de ver la jugada repetida una y otra vez. Pero como todos, a buen seguro imaginamos, en caso de producirse en la otra portería, a buen seguro, que el “famoso” Fermín, hubiera salido corriendo al centro del campo, pero como era la portería de los madridistas, pues la jugada continuó como si nada.
La segunda parte, comienza, con el cambio obligado de Romaric (lesionado en el tobillo por Diarrá) que fue sustituido por Renato. A partir de entonces, fue un querer y no poder. El Real Madrid, fue dueño total del centro del campo y manejó el partido a su antojo. Creando solo el Sevilla una oportunidad en las postrimerías del partido, que Kanouté no acertó a golear.
Yo poco más recuerdo reseñable del segundo tiempo. Manzano no tenía mucho margen de maniobra con los cambios. Pues solo disponía de uno y algunos jugadores estaban amonestados.
Sinceramente a mi no me ha gustado hoy el planteamiento de Gregorio Manzano. Aunque en su descarga tiene el asunto de las lesiones y los correspondientes cambios. El Sevilla necesita refrescar su centro del campo. Zokora, aunque corre, lo hace sin mucho criterio en la mayoría de las ocasiones. Y lo peor de todo, cuando tiene el balón en los pies y no lo ha fácil, descoloca a sus compañeros y crea mucho peligro en su portería. Renato, el hombre, está para lo que está, que sintiéndolo mucho, porque es mucho lo que nos ha dado, es poco lo que aporta. Y sin Romaric, nuestro centro del campo, no tiene recursos. Cigarini, ni está, ni se le espera. Así, que con Gary Medel, volando en estos momentos camino de Sevilla, yo me atrevo a decir que no será la única incorporación. Atentos a la primicia que mañana saldrá en SFC Periódico.
También en el capitulo de bajas, podemos decirles que José Carlos, tiene pie y medio en el Cartagena. Que Cigarini, se debe terminar marchando e incluso no descarto una salida más, que podría estar condicionada a una de las llegadas.
Dejo para el final el capitulo arbitral. Se dice que Undiano es el mejor árbitro de España. Pues vaya tela, entre él y su amigo Fermín, la temporadita que llevan. Vergonzoso el arbitraje de hoy. Midiendo siempre con distinto rasero a unos y otros y sobre todo, no haciendo, lo que tiene que hacer, impartir justicia. El Sevilla, y por tanto yo, hoy, me siento atracado por el sujeto que vestía de amarillo.
He querido dejar para el final, este capítulo, porque pienso y así lo expreso, QUE EL SEVILLA NO HA MERECIDO PERDER HOY. El Madrid no ha demostrado ser superior, aunque reconozco, que también sacamos a relucir algunas de nuestras carencias. Pero como comencé el post, ésta eliminatoria no se ha terminado. Queda un partido y espero que nos “fajemos” en Madrid, y si tenemos que perder, que lo hagamos vendiendo muy cara nuestra derrota. A partir de entonces, en la Copa del Rey, un servidor, se pondrá la camiseta blaugrana, y COMO ANTIMADRIDISTA CONFESO, tan solo espero que le caigan al menos otros cinco en la final.