FELIZ NAVIDAD, GIULIO.

Son días alegres o tristes, según se mire.

La Navidad, para un servidor que es creyente, significa algo importante, pero no es menos cierto, que conforme van pasando los años y te sientas alrededor de una mesa, te das cuenta de que algunos de los tuyo te faltan.

Este ha sido un año difícil. Se han marchado algunos familiares, que por edad ya seguramente les tocaba, pero no es menos cierto que he perdido (y quién no) a algunos seres queridos que hace ahora un año, jamás imaginaría que no estarían con nosotros.

Quiero que este post sirva de homenaje, mi homenaje navideño a Giulio Guerrera. Uno de los sevillistas más grandes que he conocido y merecedor del respeto de todas las personas que le conocieron.

Este año, cuando mañana a la hora de la cena, estemos festejando al nacimiento de Jesucristo, estaremos inmiscuidos en la alegría que nos reporta el ser católicos y por tanto todo será fiesta y bullicio.

Pero cuando pasada la media noche, uno sale al patio, a fumar ese cigarro placentero de después de una cena, alzará la mirada al cielo y seguramente caerán lágrimas de tristeza cuando recuerde a los que marcharon para no volver en este 2.011.

Y uno de los que vendrá a mi memoria en los primeros momentos, será mi amigo del alma Giulio Guerrera. Que tío más grande, que categoría de sevillismo señores, una persona íntegra de la cabeza a los pies.

Tendré un especial recuerdo para su mujer Rocío y muy especialmente para su pequeña Lucía. Yo conozco a todos los Guerrera, pero con estas dos personas tenía un especial cariño, su esposa, aunque ahora estuviera separado y su pequeña, su querida Lucía. No se me va de la mente, cuando aquella noche me explicaba la terrible enfermedad que se le venía encima. Lloramos los dos, si, y no me avergüenza decirlo. Toda su preocupación no era él, eran los suyos, especialmente las dos principales mujeres de su vida.

Mañana tocará felicitaros, pero hoy, y como continuación a mi post de ayer, sobre todo porque creo que es de justicia, quería escribiros esto e invitaros a reflexionar con lo que escribe mi amigo José Miguel Muñoz, sobre el homenaje del Club a nuestro amigo Giulio Guerrera. Este es el enlace, espero que lo leáis con atención y después opinéis si de verdad Giulio merecía esto.